La segunda sesión de las JOUP 2016 estuvo dedicada a los estudios de ciencias. En ella participaron Samuel García Ballesteros, ingeniero industrial en CTAG, Gabriel Santos Durán, biólogo investigador y doctor por la universidad de Santiago; Elías Rodríguez Toral, biólogo, responsable de contratos, licencias y patentes en el área de I+D+I del CIMA; y, por último, Bernardo Diéguez Morán, arquitecto técnico y empresario, cuya empresa, ISINAC, ofrece soluciones acústicas para la construcción.
Samuel García (Promoción 31ª, 2003) comenzó su charla con una explicación introductoria de qué es un ingeniero industrial, de la especificidad de la carrera en materias técnicas y de gestión. A continuación mostró un video promocional del CTAG.
Gabriel Santos (Promoción 31ª, 2003) realizó una introducción a la carrera de biología así como sobre sus posibilidades y salidas profesionales. Continuó hablando de su experiencia personal así como de la labor del investigador. Por último, nos adelantó en primicia que acababa de firmar un contrato para estudiar durante dos años las propiedades de la piel del cocodrilo y sus aplicaciones para la vida real.
Elías Rodríguez Toral (Promoción 18ª, 1990) habló a los alumnos sobre su experiencia profesional y cómo, a base de buscar nuevos caminos, ha terminado en el CIMA, siendo charnela entre la parte de investigación y contratos. Inició su carrera en Santiago y, tras dedicarse varios años a la labor de diagnóstico en un Hospital Navarro, dio el salto al CIMA.
Bernardo Diéguez Morán (Promoción 26ª, 1998), tras años de dedicación profesional a la dirección de ejecución de obras de edificación, para empresas como Zona Franca, etc, dio el salto para montar su propia empresa relacionada con la construcción, pero en un campo muy específico como es el de la acústica. Recientemente ha colocado su producto en varias aulas del colegio para minimizar la reverberación de sonido, con unos resultados muy satisfactorios. El caso de Bernardo es particular, porque cursó en el colegio la rama de letras y acabó haciendo arquitectura técnica, por lo que animaba a los estudiantes a que no se rindiesen si creían que se habían equivocado en una decisión, siempre hay oportunidad para cambiar el rumbo.
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